El pasado 14 de julio me fui a realizar un trabajo de filmación de imágenes con el dron para una pareja de recién casados que querían tener un recuerdo en su barco. Quedamos a las 5:00 de la mañana para poder grabar el amanecer desde el mar. Llegamos a puerto y allí estaba el equipo de fotografía y nosotros, el equipo de filmación, compuesto por David Carrillo y yo al pilotaje del dron y la cámara. El cliente había quedado con un amigo que tenía otro barco para poder realizar el trabajo en las mejores condiciones. Los equipos profesionales en un barco y la pareja en el otro. Partimos y llegamos al punto deseado. Llegó el momento de realizar mi parte del trabajo. La superficie de despegue era pequeña, tuve dudas acerca de si debía despegarlo, y aún así, lo hice (error), y en el momento del despegue, como siempre, el dron se mantiene a 1,5 metros del suelo. ¿Qué pasó? Que el barco no es una superficie estable y está en continuo movimiento, pero el dron al llevar GPS, sí mantiene la posición! El aparato empezó a desplazarse (aparentemente), y un fotógrafo que se había apartado de la zona de despegue empezó a acercarse hacia él. Mi reacción para que no le golpease fue coger el dron por la parte de bajo para frenar ese aparente desplazamiento, pero este aumentó la potencia de las hélices para contrarrestar mi fuerza y mantener sus coordenadas…el aparato se volteó hacia mí golpeando las hélices contra mi brazo…el resultado, varios cortes, algunos de mayor profundidad que otros. Afortunadamente fueron superficiales. Conclusión, si hay dudas por posibles peligros por cualquier circunstancia, no vueles el dron. Ante todo seguridad.